Si, aunque no lo crean.
El título no es solo para avisarles que sigo existiendo, que no se dejen engañar por el silencio que estaría reinando en el blog, tiene otro significado también...

No quiero que esta entrada suene como una disculpa porque no lo es... porque si hay algo que no tengo para con este espacio es falta de ganas... de tiempo tal vez, pero mi cabeza siguen bullendo ideas y cosas que quiero hacer y mostrarles. Así que mi conciencia está limpia en ese sentido.

Pero bueno, por si alguien me extraña, o anda pensando "Que pajera esta mina ¿se rindió ya? yo sabía que no iba a durar.. ¡ja!" (mentira, ya se que no son así de malas), les voy a contar un poquito en que anda metida la Srita Autora para andar tan ausentada.

Ustedes saben (quizás lo experimenten o lo hayan experimentado alguna vez en su vida), que a veces uno no está del todo conforme con lo que hace de su vida. Por lo general la salida fácil es negarlo y seguir por inercia, conformarse con lo que hay y tratando de contentarnos con eso. La cagada es que forzarnos por un camino que no es el que verdaderamente queremos seguir, es luchar contra la fuerza de ese deseo. Es como querer ir en contra de la gravedad: pesa... y tirar de eso que pesa, lógicamente duele.

Espero que se entienda la metáfora melosa, porque básicamente lo que pasa (hace mucho) es que lo que estaba haciendo para ganarme la vida, no me llenaba, no me apasionaba TANTO como me gustaría. Me interesa... pero ya. Y para mi no es esa la forma de alcanzar una existencia rica, gratificante y por ende feliz. Pero lo que me ponía mal no era mi insatisfacción en si: era estar rindiéndome de a poco a la mediocridad, y siendo conciente de eso NO ESTAR HACIENDO NADA AL RESPECTO. Era una traición a mi misma: ir en contra de todo lo que creía. O sea, ¿Por qué me hago esto?

Bueno, el choclo existencial era para ponerlas en tema, no se, pero tengo un motivo para contárselos. Todo esto derivó en que decidí que como sea quiero dedicarme a la verdadera vocación que tengo, dejarme de joder con los miedos pedorros que trae la adultez y el superyó y ser libre. Y feliz. Y encarar la vida con pasión y creatividad, en lugar de ser una pieza más en un sistema que funciona para el orto.

Lo que a mi de verdad me enciende, lo que me da ganas de laburar sin parar es estar cerca o arriba de un escenario. Si es actuando, mejor. Y es una profesión rara de elegir, porque suele no ser tomada en serio... Pero cuando llegás a un breaking point en el que todo te chupa alguna parte íntima, investigás un poco, haces terapia y todo lo que te rodea empieza a ser motivación para jugártela por algo que anhelás con tanta fuerza... y bueno, como que ya fue, ¿no? hay que mandarse.

Así que bueno, saben que anduve trabajando en una obra y eso fue una señal importante, tangible de que había efectivamente un camino y que lo tenía que transitar. Así que ni bien terminé con eso busqué donde estudiar y formarme y acá es donde les digo... bueno. mostras, gracias por fumarse veintemil pérrafos para que les cuente que básicamente no estuve publicando porque empecé a studiar actuación y estaría teniendo problamas para acomodar mis tiempos a esta nueva rutina.

No les conté la historia en su versión larga para excusarme ni dar lástima: sino porque del otro lado hay gente que le está pasando lo mismo que a mi, quizas sin saberlo... Nunca se sabe cuando la experiencia de uno le puede servir a otro ¿no?. De hecho lo que a mi más me motivó para enfrentarme a lo que me pasaba y al cambio, fueron entradas y videos como éstos. Los desafío a vivir con la cara de loco de Shia Labeouf en la cabeza mientras hacen nada por seguir sus sueños... *miedo*.

Así que bueno, hoy casi no tengo ratos libres, y los que tengo están llenos de cansancio y dolor corporal, pero al menos estoy feliz, entusiasmada, pero sobre todo estoy... ¡viva!

¡Banquen que voy a volver! ¡Los quiero!